Llevamos algunas temporadas envolviendo nuestros frágiles cuellecitos en enormes bufandas, pañuelos y pasminas pero lo de este invierno es la versión "a lo bestia" de esos accesorios. Tan útiles, tan chulos cuando vamos por la calle y tan incómodos cuando llegas a algún sitio en pleno mes de Enero y la calefacción está tan alta que todos juntitos parecemos pollos a la BBQ. Nosotras probablemente nos lo pongamos, a pesar de todo, para evitar unas anginas o una faringitis (esto último es una excusa, la cuestión es estar "On")....Here we go!
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